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miércoles, 31 de agosto de 2011

voy a seguir con el blog, no he publicado antes porque el siguiente capitulo no esta terminado... pero aqui os dejo un adelanto... kreo k para el proximo lunes estara :-P ... graxias a todas por leerlo. besos
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No me di cuenta hasta ese momento de que habíamos llegado al hotel, aparque, me baje del coche y fui a abrir la puerta de Lara.

-Intenta hacer como si no hubiera ocurrido nada, no quiero que sepan nada-Dijo mientras me agarraba  la mano fuertemente.

Cerré el coche mientras nos alejábamos. Entramos en el hotel, en la recepción no había nadie. Cogimos el ascensor y subimos a mi habitación.
Mientras introducía la llave en la ranura, Lara cogío su móvil y supuse que iba a llamar a sus padres.

viernes, 26 de agosto de 2011

Capitulo 5: Sufrimiento


Fuimos hasta el hotel en taxi, para luego coger mi SEAT león negro. Lara me indico donde estaba su casa y yo la lleve allí.

-Carlos, ¿Por qué no subes conmigo?- me dijo mientras cogía el ramo de flores del asiento de atrás.
-No creo que sea una buena idea.
-Por favor, Carlos, hazlo por mí.
-Esta bien, pero me quedare en el rellano.

Subimos al ascensor y Lara me volvió a abrazar, sentí la misma sensación que en el parque, necesitaba besarla. Llegamos al tercer piso cuando se abrió la puerta y Lara separo sus labios de los míos a regañadientes.

Camino hacia la puerta, girándose dos veces, introdujo la llave en la ranura, cuando abrió se encontró a su padre, me imagine que seria Luís, por su aspecto desaliñado.
-¡VETE! ¡TU YA NO ERES MI HIJA!- Empezó a gritar Luís.
-Papa, solamente he ido a dar una vuelta con un amigo.-dijo ella serena.
-¡VETE!- le volvió a gritar.
-Esta bien, me iré, pero al menos déjame recoger mis cosas- dijo tristemente.
-¿ESTAS SORDA? ¡QUE TE VAYAS!

Presencie el momento en que Lara se daba la vuelta y salía de su casa, un segundo después de que saliera, su padre cerro la puerta detrás de ella. Lara corrió hacia mí y yo la abrace. Me dirigí con ella en brazos hacia las escaleras que daban al cuarto piso, que estaban cerca del ascensor. La volví a abrazar y le di un beso en la frente, mientras, ella lloraba en mis brazos.
En ese instante me dieron unas ganas terribles de llamar a la puerta de su casa y partirle la cara a su padrastro, por hacerla sufrir, pero elimine esa idea de la cabeza ya que sabía que esto le iba a causar mas daño aun.

-¿Si quieres puedes quedarte en mi habitación del hotel?- le pregunte de repente.
-Gracias, pero…
-Pero nada, te quedaras allí, no te puedo dejar sola en tu estado.
-Bien- Era raro que dijera solo “bien”, sin protestar ni nada, realmente estaba mal.
Nos subimos al coche, Lara me abrazaba mientras sollozaba y yo conducía. No se en que momento ella dejo de abrazarme, pero no le dije nada, ya que pensé que necesitaría su espacio.

Pensé que no era justo que Lara sufriera tanto. Pero sabía a mi vez que tenía que protegerla. Lo que sentía en ese momento, al verla así, no era nada comparado con lo que sentí cuando Susana perdió a su padre, no era nada comparado con esto. Tenia el deber de proteger a Lara y hacerla feliz, aunque solo llevásemos unas horas saliendo, la quería tanto que no podía soportar lejos de ella

-Será mejor que llame a mis padres Nahuel y Lili- dijo de repente.
-¿Eso significa que te vas con ellos?
-Si, es lo mejor que puedo hacer ahora.
-¿Pero no te volveré a ver? Cierto- Sentí como algo se rompía dentro se mi, no podía soportar perderla.
-Sí.
En ese momento no era capaz de pensar en nada. Había respondido con un simple “si”. Sabía que esto era lo mejor, Nahuel y Lili la ayudarían a superarlo, pero no podía soportar la idea de dejarla ir.

-¿Podría…Podría ir contigo?
-Lo siento Carlos, pero esto es más difícil de lo que crees.
-Claro, ¿Pero al menos podríamos seguir viéndonos? Lara no me imagino una vida sin ti, te necesito. Te quiero, no, no te quiero, te amo- Intente hacerle ver que la amaba, pero todo esto era mas difícil de lo que yo creía, como ella me había dicho antes.
-Hablare con mis padres e intentaremos buscarle una solución a todo esto. Yo tampoco quiero alejarme de ti, yo… también te amo.
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por favor recomendad el blog... ya que no hay muchos seguidores y si la cosa no cambia este sera el ultimo capitulo... por favor decirles a vuestros amigos que se pasen y lo lean. a todos aquellos que lo han leido gracias, sois los mejores. os quiero.

lunes, 22 de agosto de 2011

Capitulo 4: Nuestra cita


Mi encuentro con Lara, lo que estuve esperando toda la tarde. Iba a coger las rosas cuando llamaron a la puerta. Fui a abrir la puerta era Lara. Iba vestida con unos vaqueros azul claro, una camisa blanca, un chaleco del mismo color que los vaqueros, unas botas blancas y una gabardina beige. Estaba preciosa.

-Hola, perdona que haya subido, creí que había llegado tarde- dijo mientras se quitaba la gabardina y la colgó en la percha de la entrada- no te importa que haya subido. ¿Verdad?
-No, claro que no. Además me viene bien que hayas subido tengo un regalo para ti.
-No hacia falta que me compraras nada.
-Espera aquí un momento.
-Vale, pero…
-Pero nada- dije mientras le ponía el dedo en la boca.

Fui hacia el salón donde tenía las rosas, las puse detrás de mi espalda con cuidado de que Lara no las viera. Cuando me vio aparecer con una mano detrás de la espalda se quedo extrañada, pero luego sonrió.

-No tenias porque comprarme nada- me volvió a repetir.
-Pero yo quería comprártelas- le dije mientras sacaba las rosas de detrás de mi espalda con un ligero movimiento.
-Oh, son preciosas. Gracias- las cogío y luego me abrazo.

No se como pero sonreí, feliz, tan feliz como nunca antes lo había estado y no sabia el motivo de esta sonrisa. Estaba oliendo las rosas cuando le dije:
-Nos vamos.
-Claro, pero puedo dejarlas aquí.
-Claro, llévalas al salón- se dirigió al salón y las metió en el jarrón, donde antes habían estado.
-Vamos- le dije mientras le ponía la gabardina.
-No llevas chaqueta- pregunto mientras salíamos
-No, ¿Hace frío?-le pregunte extrañado, ya que creía que no hacia tanto frío fuera.
-Si, bastante- contesto riéndose.
-Vale, espera aquí- me dirigí hacia mi habitación y cogí mi chaqueta negra de cuero.

Me la puse y me dirigí hacia el ascensor con Lara. En el había una pareja, me imagine que eran recién casados, ya que estaban besándose constantemente. Entonces decidí coger la mano de Lara. Ella me miro, le sonreí, me devolvió la sonrisa y se apego más a mí; entonces las puertas del ascensor se abrieron y salimos.

-¿Dónde me vas a llevar?- Me pregunto curiosa.
-Es un secreto, ya lo veras.

Unos minutos antes llame a recepción para que me dieran el número y el nombre del restaurante que había junto al río. El restaurante se llamaba “Twilight” crepúsculo en español.

-¿Vamos en coche o en taxi?- volvió a preguntarme Lara sacándome de mis pensamientos.
-En taxi- le dije abriéndole la puerta del taxi que teníamos al lado

Subió y yo le di al taxista el papel donde había escrito el nombre y la dirección del restaurante con letra muy clara.

-No se lo que te propones- me dijo después de que el taxista arrancara.
-Yo tampoco- le dije- pero de lo que estoy seguro es que esta noche lo pagare yo todo- dije riéndome.
-No puedes hacer eso, es demasiado-dijo seriamente.
-Si que puedo, y no te quiero oír quejarte mas- le dije serio pero juguetón.

Pasaron diez minutos y llegamos al restaurante. Le pague al taxista y baje. Lara se bajo por el mismo sitio que yo, por lo que cuando cerro la puerta le tape los ojos y empecé a dirigirla hacia el rió.

-¿Qué haces?- pregunto cuando le tape los ojos.
-Ya te lo he dicho, es un secreto- intento destaparse los ojos, pero no podía, yo era mas fuerte.

Cuando llegamos al río, ella coloco sus manos sobre las barandillas de este, entonces le destape los ojos. La luna llena se reflejaba en el agua del río y creaba una vista preciosa.

-Vaya, es precioso- era cierto. Entonces se rodeo y me abrazo.

Entonces ocurrió. Tuve un impulso de besarla y la bese. Ella me devolvió el beso y luego me mostró una gran sonrisa. Entonces entendí que los dos habíamos estado esperando este beso.

-Gracias- me dijo y me dio un pequeño beso en los labios.
-Me gustas- me atreví a decirle.
-Tú también me gusta, pero ¿Qué ocurre?
-No se si esto esta bien, eres demasiado joven, pero quiero estar contigo- dije tristemente.
-No sabes que el amor no tiene edad. Mira una de mis amigas tiene un novio que es diez años mayor que ella. El mes que viene se casan y ella esta embarazada aunque el no lo sabe, ¿Creo?, lo que quiero decirte con esto es que el amor no entiende de edades. Yo también quiero estar contigo.
-Si, quizás tengas razón.- dije mostrando una sonrisa.
-¿Cómo que quizás?, ¡¡Claro que tengo razón!!

Me limite a sonreír. Le pase el brazo sobre sus hombros, la hice girar en la dirección opuesta y le dije:

-Será mejor que nos vayamos a comer o se nos hará tarde.

Ella no contesto nos dirigimos al restaurante.

-Entonces, ¿Estamos saliendo?- Me pregunto Lara.
-Por lo que se ve si- conteste, mientras caminábamos deslice mi mano de sus hombros a su mano. Me miro sorprendida pero mostrando una sonrisa cuando cogí su mano. Entonces entramos al restaurante. Pedí una mesa para dos y les pedí que nos llevaran a una sala algo mas privada. Lara me miro confusa, pro le dije al oído “muéstrate tranquila, luego te cuento amor”. Ella me siguió sin decir nada…

El camarero, un chico de la edad de Lara seguramente, nos guió a una sala cerrada. Nos sentamos. Lara pidió una coca cola y yo otra. Para comer pedimos un filete con patatas y calamares.

-Así es que te gusto-Pregunto Lara mientras se comía un trozo de filete.
-si, demasiado.
- ¿Y cuando te distes cuenta de que te gustaba?
-Cuando me trajiste el desayuno a la habitación del hotel y te volví a ver.
-¿Y antes no te gustaba?
-si, pero en el avión estuve tan ciego que no me di cuenta, por so te mentí…- creí que el momento justo para decirle la verdad.
-¿Me mentiste? ¿En que me mentiste?-Me pregunto enfadada pero curiosa
-Te mentí… sobre que tenia novia, cuando subí al avión iba hacer un mes que lo dejamos.
-¡vaya!... tu mentira no ha sido tan mala, quiero decir, que yo ya sabia que era mentira cuando me lo dijiste en el vestíbulo del hotel.
-¿Cómo lo supiste?
-por la cara que pusiste- me dijo haciendo una imitación de mi cara.
-Ah, debí de imaginarlo… no se me da bien mentir.
- ya me he dado cuenta.

Nuestros platos estaban casi vacíos cuando el camarero vino a ofrecernos la carta de postres. Lara pidió un helado de chocolate y yo otro. Pedimos que nos los pusieran para llevar en una tarrina. Íbamos de camino al hotel cuando Lara me pregunto:
-¿Tienes algún hermano o hermana?
-Si, tengo una hermana, se llama Blanca.
-¿Y tu tienes alguna hermana o hermano?
-La verdad es que tengo muchos hermanos y hermanas, bueno no son mis hermanos, son mis primos aunque los considero como si fueran hermanos… Es una larga historia. Hace bastante que no los veo.
-Tenemos tiempo, ¿Por qué no me la cuentas?
-¿De verdad quieres que te la cuente?
-¿Por qué no? Quiero saber todo lo que pueda sobre ti, si no te importa.
-Bien. ¿Qué te parece si nos sentamos en ese banco?- me dijo señalando un banco que había enfrente del río y rodeado por arbustos. Había una vista preciosa.
-Claro.
-No se si te he contado que soy adoptada- Empezó contando- Mis supuestos hermanos son biológicos, ya te he dicho que hace bastante que no los veo. Mi prima renesmee es la más parecida a mí, los demás son adoptados por mis abuelos.
-¿Y como se llaman?
-Mis abuelos, Carlisle y Esme, mis primos, Rosalie y Emmett, Alice y Jasper, Edward y Bella… Y bueno Jacob, el novio de mi prima Renesmee.
-Y tus padres, ¿Cómo se llaman?, digo los biológicos.
-Se llaman Nahuel y Lili.
-¿Qué paso? ¿Por que te dieron en adopción?
-Mis padres creyeron que era lo mejor, ya que cuando yo nací, ellos estaban en peligro, me dejaron con Luís y Carla, unos de sus amigos, les pidieron que cuidaran de mí y me protegieran, como han estado haciendo todos estos años. Yo seguía viendo a mis padres cada año, ellos viajan mucho para que no los localicen… aunque dicen que están a salvo.
-¿De que huyen?
-Veras, creo que es que, un asesino o algo por el estilo los sigue, no se es algo extraño, ellos nunca me lo han contado realmente, la verdad no lo se- cuando acabo decidí abrazarla.
-Lo siento, cariño, se que esto es difícil, que lo has pasado mal- Fue en ese momento cuando me di cuenta de que estaba llorando, le seque las lagrimas con mis dedos, sujetándole la cara y entonces la bese, ella me devolvió el beso.
-La última que los ví fue hace unos meses, ellos me dijeron que si me quería ir con ellos, pero les dije que no podía dejar a Luís solo, desde que Carla y el se divorciaron, el se ha hundido en el alcohol, esta muy mal y no puedo dejarlo solo, comprendo por lo que esta pasando, en cierto modo, yo también me siento así cuando me despido de mis padres -Mientras decía esto note el sufrimiento que le causaba que a su padre Luís le pasara algo, pero no era nada comparado con el sufrimiento que le causaba que sus padres Nahuel y Lili se despidieran una y otra vez de ella.
-Será mejor que nos vayamos, ¿Cogemos un taxi?, el hotel esta bastante lejos- me dijo Lara cuando vio que no contestaba.
-Claro.
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Bueno aqui os dejo el capitulo. he decidido que subire capitulo lunes y viernes...no se si estaran listos pero lo intentare... para aquellos que tengan tuenti me llamo Isabella edward y aparezco con la siguiente foto
gracias a todos mis seguidores y a aquellos que lo leen aunque no lo sean.gracias. os quiero.

martes, 16 de agosto de 2011

capitulo 3: rosas

Sabía que lo que estaba haciendo no estaba bien pero la necesitaba tanto… antes de arreglarme llame a recepción y pedí el número de una floristería para que me trajeran un ramo de doce rosas rojas. Debo reconocer que no soy alguien que sepa lo que quieren las chicas, pero estaba seguro de que le gustaría.

Pedí que me las trajeran media hora antes de ver a Lara, ya que si me las traían ahora ella las vería. Su turno terminaba a las seis de la tarde. Eran las seis menos cuarto por lo que decidí ir a despedirla. Iba vestida con unos vaqueros de color azul oscuro, con una camiseta y una chaqueta de color azul claro. Ella estaba hablando con un señor con traje, me imagine que seria uno de sus jefes, cuando el jefe se fue y ella se puso de espaldas a mi decidí acercarme silenciosamente.

-¡buh!- le dije- ¿Cómo te ha ido el día?
- Eres un imbécil, me has asustado- me dijo mientras me daba una manotada cariñosa en el hombro
- Lo siento- dije con mi sonrisa torcida- aun no has contestado a mi primera pregunta.
-¿Cuál?
-¿Qué tal te ha ido el día?
-Ah, si… bien ¿Y tu que tal? ¿Que tal con tu novia?
-La respuesta a tu primera pregunta es bien y a la segunda… veras Susana y yo… lo hemos dejado- me pareció que ya era hora de dejar de mentirle.
-Oh, lo siento- dijo y me abrazo cariñosamente- bueno será mejor que me vaya a prepararme para esta noche- me dijo al terminar de abrazarme.
-Si, será mejor- le dije dándole ánimos para que creyera que estaría bien.
-¿Seguro que estarás bien?
-Si, seguro.
-esta bien…. bueno pues nos vemos dentro de un rato.

Me daba pena seguir mintiendo a Lara, pero que iba a hacer, era tan cobarde que no era capaz de decirle la verdad a Lara.
Me dirigí hacia mi habitación. Lo primero que hice cuando llegue fue preparar la ropa para esta noche  y meterme en la ducha.
Elegí unos pantalones vaqueros azul oscuro, una camiseta blanca de calvin klein que blanca me había regalado para mi cumpleaños y una chaqueta vaquera del mismo color que los pantalones.
Al poco rato de terminar de arreglarme llego un repartidor con mis rosas me estruje la cabeza buscando un lugar adecuado donde llevar a Lara. Me asome por el balcón en busca de este lugar. Vi un río precioso. Decidí llevarla allí, cerca del río había un lujoso restaurante, ese seria el lugar al que la llevaría esta noche.
Y entonces llego el momento que tanto estaba esperando.
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graxias por la informacion que me habeis dado me sera de mucha ayuda!!!
gracias por leer mi blog... completad las encuentas para saber que dias debo subir capitulos!! os quiero!!!

lunes, 15 de agosto de 2011

alguien me puede decir como puedo conseguir la url de una cuenta atras de amanecer la pelicula....
gracias por leer mi blog!!
os quiero.

sábado, 13 de agosto de 2011

capitulo 2: Hotel

Entre en el hotel, este no era muy lujoso, llegue a recepción y pedí la llave de mi habitación. Subí a ella por el ascensor junto al botones. La habitación estaba decorada en tonos blancos, beige y dorados. A ambos lados de ella había unas puertas de madera con cristales, que se podían correr. Antes de seguir viendo la habitación le di cinco euros al chico que me subió las maletas. Decidí entrar en la puerta de mi derecha. Allí en el medio había una cama de matrimonio y a los pies de esta había una cajonera en color haya que no sobrepasaba la altura de la cama. La colcha era en tonos dorados y beiges. El varal era de forja blanca con flores a los lados. Había unas mesillas del mismo color de la cómoda. A un lado de la habitación había un armario empotrado y al otro lado estaba el cuarto de baño, era todo de color blanco, había un plato de ducha medio cerrado por cristaleras de cristal.

Volví al comedor y me dirigí hacia la otra puerta, del fondo de la pared  colgaba una televisión y encima de esta había un cuadro de un hermoso amanecer. Un sofá dorado, una mesita rectangular con las esquinas redondeadas, era de color cedro algo que no se parecía en nada a toda la decoración de la habitación. Me dirigí al comedor allí había tres sillones blancos en forma de u, en medio de estos había una mesa baja de madera con seis recuadros de cristal. Al lado de la televisión se abría una gran puerta de cristal recubierta por unas cortinas blancas que daba al balcón. Al ver las vistas de Londres durante la noche lo recordé. Fui al dormitorio y le di al botón donde ponía recepción.

-¿Me podrían conseguir mapas de todos los bosques de Londres?- L e pregunte al recepcionista por el teléfono de mi habitación.
-Claro- me contestó y colgó.

Me tire derecho a la cama, pero  no sin antes llamar a mi madre y decirle que todo había salido bien, ella estaba muy preocupada y me regaño por no haberla llamado antes.
Cuando termine de hablar con ella me fui al baño y me di una ducha, después me acosté.



Estaba nublado cuando desperté, por lo que decidí quedarme en la habitación trazando las mejores rutas en los mapas.
Llame a recepción, pregunte por mis mapas y les dije que me trajeran el desayuno.

Mientras me traían el desayuno empecé a desempaquetar toda mi ropa y demás. Cuando empecé a buscar mis utensilios de montaña escuche unos golpes en la puerta. Fui a abrir.


-¡Hola!- me dijo-¿Qué haces aquí?
-Es el hotel en el que me hospedo, ¿recuerdas?- le dije con mi sonrisa burlona.
- Bueno aquí tienes tus mapas y tu desayuno- me dijo con una media sonrisa.
- gracias, ¿quieres pasar?
-No, pero gracias, tengo que seguir repartiendo desayunos por las habitaciones. ¿Pero si quieres podemos quedar luego y te enseño la ciudad?
- Me parece genial. Cuando esta nublado no me gusta ir al bosque, nunca sabes lo que puede pasar- le dije y ella se rió.
- te llamo, vale- me dio un beso en la mejilla y se fue.

Me dirigí hacia el gran salón para trazar las mejores rutas en los mapas. Cuando termine decidí llamar a Lara.
No se que me ocurría era como si la necesitase para sobrevivir, era algo extraño, algo que nunca había sentido por nadie antes.

Quedamos a las diez de la noche en el recibidor del hotel. No se que me proponía pero iba a ser una de  mis mejores noches e iba a hacer que fuera perfecta y que Lara volviera a creer en el amor.

lunes, 8 de agosto de 2011

capitulo 1: Despedidas


-Mama, tranquila- le dije antes de pasar por el detector de metales y despedirme- volveré en un par de semanas.
-Lo sé, lo sé… pero sabes que siempre me preocupo cuando viajas y ¿Si un día no vuelves?
-Te prometo que volveré, tan solo quiero conocer mundo, bueno más bien montañas ya sabes lo que me apasionan.
-Lo sé cariño, pero aun así me preocupo y creo que seria mejor que fueras con tu hermana o con tu novia, Susana.
-Mama sabes que Susana y yo lo dejamos hace unas dos semanas- Susana me engaño con mi mejor amigo, ella me dijo que estaba borracha cuando ocurrió aun así no se lo perdone.
-Pues, me caía muy bien…-acabo diciendo mi madre.

En ese momento avisaron de que el vuelo a Londres iba a salir en cinco minutos. Me despedí de mi madre con un abrazo, un beso en la mejilla y un “te quiero” al oído, esto último hizo que se derramaran unas lágrimas de sus verdes ojos. Desee no haber peleado con blanca, mi hermanita pequeña, aun no me había despedido de ella y sentía un gran pesar por no haberlo hecho.
En cuanto se me ocurrió dije:
-Dile a Blanca que la quiero y que la echare de menos- dije gritando desde el otro lado del detector de metales.
-Claro- se limito a decir.



Cuando me senté, una vez dentro del avión, me limite a mirar a mi alrededor, a mi lado había una chica muy joven tendría unos dieciocho o diecinueve años.
Era muy guapa, pelo castaño y de tez pálida, con unos ojos azules hipnotizantes. Me limite a sonreírle pero ella no se conformo con eso.
-Hola- dijo tímidamente.
-Hola, me llamo Carlos.
-Lara, encantada de conocerte.-dijo e instintivamente me tendió la mano, su tacto era como el de una pluma.
-¿Hacia donde te diriges?
-Hacia Londres, mi padre esta allí y siempre que tengo vacaciones vengo a visitarlo. ¿Y tú hacia donde vas?
-Hacia Londres también. Me gustan mucho las montañas.
-A mi lo que mas me gusta es escalar y la música.
-Creo que tenemos mucho en común.
-Si- dijo sonriendo



Cuando paso un rato, ella se quedo dormida y yo saque de mi mochila el ultimo libro que había comprado, se llamaba “Relatos de vampiros y licántropos” era una recopilación de cuentos de vampiros y licántropos, aunque yo no me creía nada de eso, quería probar nuevos temas de lectura, este era uno de los libros que menos me gustaba ya que tenia muy poca acción.

Cuando paso un rato vino una azafata y pregunto:
-¿Quieren los señores unas almohadas o mantas?
-Traiga dos almohadas y dos mantas- le conteste, ya que pensaba que Lara dormiría así mejor.

Pasaron unos minutos y la azafata nos trajo las almohadas y las mantas. Arrope a Lara y luego coloque la almohada bajo su cabeza con mucho cuidado, se veía tan bella durmiendo. En el avión empezó a hacer frió por lo que cogí mi manta y la coloque sobre mis piernas.

Iba a empezar el tercer capitulo del libro cuando empecé a quedarme dormido, cogí mi almohada y la puse bajo mi cabeza, en ese mismo instante Lara se rodeo y me abrazo, yo me puse colorado como un tomate, pensé que no era una buena idea estar tan  juntos, tan solo somos amigos pensé pero me sentía muy cómodo en sus brazos. Cogí sus brazos y deshice el abrazo pero aun así seguí mirando. Era hermosa, parecía una diosa salida de un cuento de hadas, su pelo castaño oscuro le llegaba hasta la cintura, lo tenía recogido con unas horquillas en forma de cruz a los lados, se veía tan natural.

En ese mismo instante empezó a removerse y tuve miedo de que viera mi cara tan cerca de la suya por lo que me limite a cerrar los ojos. Note como se incorporaba y llamaba a la azafata le pidió que le trajera un bocadillo y le pregunto que quien había pedido la almohada y la manta que ella tenia sobre su regazo.
- Su acompañante, señorita- le contestó amablemente la azafata-¿Desea algo más?
-Traiga un bocadillo para mi acompañante, por favor- le dijo Lara, utilizando la misma palabra que uso la azafata.
-Claro.


No note que Lara estuviera enfadada ni nada por el estilo, ¿Pero que pasaba? ¿Era Lara? ¿Me estaba besando en el cuello? ¿Que le pasaba esa era su forma de tratar a los amigos? Me removí en mi asiento con la esperanza de que se separara de mí, pero no lo hizo. Era demasiado joven. Yo tenía veintitrés años y ella cuantos diecinueve… Esto no me podía estar pasando tan solo llevábamos unas horas siendo amigos, ella no podía estar enamorada de mi, no podía.

-Despierta dormilón, vamos a aterrizar dentro de unos veinte minutos.- Me dijo
-¿Qué haces?- le pregunte haciéndome el tonto por las caricias que me estaba haciendo, entonces decidí mentirle- tengo novia.

¿Por qué no dejaba de hacerme caricias y de darme besos en el cuello? ¿Donde estaba toda su timidez? ¿Se había esfumado?

-Ops, lo siento. No lo sabía- me dijo poniendo cara de pena y de repente dijo- te he pedido un bocadillo, ¿Esta bien?
-si, claro, gracias- le dije aun ofendido
-Lo siento, me he dejado llevar- dijo
-¿Por qué te disculpas?
-Pues por que no debí de haberme puesto a darte besos de esa forma, lo siento, es que una amiga me dijo que esa era la mejor forma de enredar a un hombre.
-¿Y por que le has hecho caso a tu amiga?
-No lo se, creo que llevo mucho tiempo sola.
-Mírate, eres preciosa, si no tienes novio es por que ninguno de los patanes que as conocido te merecía.
-Gracias- me dijo cuando le conseguí sacar una buena sonrisa con mi pequeño discurso-¿Aún podemos ser amigos?
-Claro.

En ese momento llego la azafata con nuestros bocadillos. A los diez minutos más o menos de terminarme mi bocadillo nos avisaron de que nos abrocháramos los cinturones, íbamos a aterrizar.

Mientras nos comíamos los bocadillos Lara me pregunto mi número de teléfono móvil, me dijo que seria  una buena idea ir juntos a la montaña. “Claro” le conteste y acto seguido ella me dio su numero.
Aterrizamos, el viaje se me había hecho muy corto. Me despedí de Lara y fui a por mis maletas. Llegue a la calle y pedí un taxi para que me llevara a recoger mi coche de alquiler, un SEAT león  negro y me dirigí al hotel.